Sono chiaro interiore, avvenire
di una porta che è sempre sprangata,
tranello di vivere e vedere morire.
Contro la distruzione della coscienza
scasso e bramo, con Dio m´impunto.
Sono un´unghiata rotta di pazienza.
Una luce che graffia le macerie,
spazza via la nebbia e segue avanti.
Un uomo adombrato fino ai fianchi.
Mangio fame e bevo sete
con tutti i condennati a raspar niente.
Questa no è poesia, è un affronto.
Grido profondamente un no rotondo.
Perché non voglio stare in questo mondo.
Soy un claro interior, el porvenir
de una puerta que siempre está atrancada,
la trampa de vivir y ver morir.
Contra la destrucción de la conciencia
bramo, reviento, clavo en Dios los codos.
Soy un zarpazo roto de paciencia.
Una luz que, arañando los escombros,
borra la niebla y sigue hacia adelante.
Un hombre con la sombra hasta los hombros.
Como hambre y bebo sed con todos
los condenados a escarbar la nada.
Esto no es un poema, es un desplante.
Profundamente grito un no rotundo.
Yo no quiero vivir en este mundo.