A Paco Baños
I primi lampi ruppero
la placidezza oscura della notte.
Eran lontani ed alle orecchie appena
arrivavano i tuoni.
I lampi che seguirono lasciarono
occultate le stelle ed occhi neri
e i tuoni fracassarono le orecchie,
e la grandine i petti.
Mugghiava il vento. Quando la tempesta
fu finita, qualcuno, sotto il cielo
terso, asciugava lacrime dal viso,
ferito, sordo e cieco.
A Paco Baños
Los primeros relámpagos rompieron
la placidez oscura de la noche.
Eran lejanos y al oído apenas
si llegaban los truenos.
Los siguientes relámpagos dejaron
eclipsadas estrellas y ojos negros
y los truenos rompieron los oídos,
y el granizo los pechos.
Bramaba el viento. Cuando la tormenta
hubo pasado, bajo el limpio cielo
alguien secaba de su rostro lágrimas,
herido, sordo y ciego.