Le campane d’Europa
chiamano le ombre.
Sono perfette le campane d’Europa.
Il loro antico metallo.
Il loro canto metallico
che ha portato il ritmo della morte
in tanta guerra
e in seguito ha chiamato
la pace brutale dei banchieri.
Io abito all’ombra
di queste vecchie campane
e ricordo
la mia casa bianca illuminata.
Se le ombre arrivano così puntuali
– mi domando –
è necessario questo vecchio rito di metalli?
E chi chiamano ?
– mi domando –
il cadavere di dio
che fu fatto a pezzi nel 38?
Fra le tante domande che mi assillano
Dichiaro il mio ateismo
davanti a tutti i supermercati.
Amsterdam. Esilio. 1986
Las campanas de Europa
llaman a las sombras.
Son perfectas las campanas de Europa.
Su antiguo metal.
Su metálico canto
que ha llevado el compás de la muerte
en tanta guerra
y ha llamado luego
a la paz brutal de los banqueros.
Yo habito a la sombra
de estas viejas campanas
y recuerdo
mi blanca casa iluminada.
Si las sombras acuden tan puntuales
- me pregunto -
¿es necesario este viejo rito de metales?
¿Y a quién llaman ?
- me pregunto-
¿Al cadáver de dios
que fue descuartizado el 38 ?
Entre tanta pregunta que me acosa.
Declaro mi ateísmo
frente a todos los supermercados.
Amsterdam. Esilio. 1986